Ciencia y método científico

Las diferentes ocasiones en las que me han preguntado que defína la metodología que voy a seguir para mi tesis me han puesto, en cierto modo, en un aprieto. Digo aprieto por lo simple que es y el creer que me dejo algo que soy incapaz de ver. Al proceder de una rama de humanidades, filosofía, el método queda bastante simplificado y se reduce a concretar la idea o el tema, realizar la búsqueda de bibliografía necesaria y elaborar el artículo. Con esto y respecto a la pregunta de si en mi disciplina se aplica el método científico podría decir que si, y más que por la metodología comentada, por lo que se menciona en el blog de comunicación científica. Existe una búsqueda sistemática de conocimiento que esta abierta a ser comprobada y reemplazada si resulta ser falible. 

 

En cuanto a las lecturas, me centré en la de Alfonseca. Primeramente, creo que en filosofía efectivamente si existe un progreso científico que no tendrá final pues toda teoría o gran obra puede, y de hecho es, revisada y críticada infinitud de veces. Centrándome en lo que respecta a mi tesis, la obra de Spinoza ha sido infinitamente revisada y críticada, y a día de hoy ese debate de cual es su verdadera teoría sigue en pie, por lo que efectivamente creo que en filosofía existirá siempre la poibilidad de nuevo conocimiento. Además, el mundo, la historia, siempre se encontrará annte nuevas situaciones, lo que llevarán a nueva reflexión filosófica, nuevos alicientes de los que descubrir su verdad, por tanto, nuevo conocimiento. Y tal vez, y a la velocidad que va, concretamente, el avance tecnológico, cada vez sea mayor y mayor el reto de encontrar esa verdad. Es decir, avancamos hacía una mayor complejidad, al igual que se menciona en el artículo con la definición de evolución biológica. Además, junto a esta complejidad del mundo se propicia la complejidad de la propia ciencia con la aparición de las pseudociencias. 

 

Finalmente, creo, como ya he ido mencionando con el caso concreto de la filosofía, que en los campos de la ciencia no se ha llegado a un fin y que hay, por decirlo así, un progreso eterno. Como sostiene el propio Alfonseca.